jueves, 16 de junio de 2011

José Bono (PSOE): El momento de luchar contra Franco, un dictador «autoritario y totalitario», acabó en 1975

El Gobierno quiere trasladar a Franco
 
El ministro Jáuregui está a la espera de lo que diga la comisión de expertos para retirar los restos del Valle de los Caídos, a lo que se opone la familia del dictador
LNE.ES
         
El Gobierno retirará los restos de Franco del Valle de los Caídos si lo propone la comisión de expertos que estudia el futuro del recinto y que dispone de seis meses para adoptar una decisión. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, aseguró ayer que ha habido contactos con la familia del anterior jefe del Estado para su traslado al cementerio de El Pardo.

Jáuregui señaló que «probablemente sea incompatible desde la perspectiva de los expertos en el futuro del Valle y del uso sacro de la basílica» que Francisco Franco continúe enterrado allí. El ministro de la Presidencia añadió que «si esa recomendación se hiciera, tendríamos que negociar que los restos se depositaran en el panteón de El Pardo, que es donde está su viuda», la asturiana Carmen Polo.

Si los familiares de Franco se negaran, el Gobierno tomará la decisión, aunque es partidario de llevar a cabo el traslado previo acuerdo. De hecho, ya ha mantenido contactos «extraoficiales». A Jáuregui le «encantaría» que se hiciera efectivo antes del fin de la presente legislatura, porque «ya es hora» de que «un icono de la represión del nacional-catolicismo se convierta en un lugar para todos, de memoria reconciliada» para que «los españoles que fueron herederos de los republicanos puedan ir allí y, si quieren rezar, rezar».

La hija de Francisco Franco, Carmen Franco, se mostró ayer contraria a que los restos de su padre sean retirados del Valle de los Caídos y negó que el Gobierno se haya puesto en contacto con ellos para hablar del traslado.

«Me parece mal, la opinión de la familia es que se quede allí, que es una basílica», explicó Carmen Franco, quien aseguró que la familia se ha enterado por la prensa de los planes del Gobierno. La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos exigió al Ministro que «deje descansar» los restos de Franco y le advirtió de que si fueran retirados llevaría el caso a los tribunales.

En cambio, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica defendió que los restos del dictador sean retirados del Valle de los Caídos y calificó de «humillación» para las víctimas que se pague con los impuestos de todos el mausoleo «del verdugo causante de decenas de miles de desapariciones forzadas». Esta asociación quiere que tanto Franco como el fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, sean sacados del Valle de los Caídos y entregados a sus familiares.

El presidente del Congreso, José Bono, terció en el debate para advertir de que a los muertos hay que darles «el tratamiento que la Historia aconseja» y que el momento de luchar contra Franco, un dictador «autoritario y totalitario», acabó en 1975, cuando murió. «Que hagan lo que crean procedente», dijo sobre la disposición del Gobierno a trasladar del Valle de los Caídos los restos del anterior jefe del Estado. Bono pidió tratar a los vivos «de la manera más correcta posible».


Preguntada por el caso, la ex ministra del PP Celia Villalobos declaró: «No tengo nada que decir de los huesos de Franco. Ya lo padecí 40 años y creo que fue suficiente». ERC defendió que se retiren los restos sin consultar a la familia.

Se busca otro panteón para Franco
El Gobierno español no descarta trasladar los restos del dictador del Valle de los Caídos a El Pardo
DEIA /efe 
bilbao. Todavía no hay nada concreto, pero los restos del dictador Francisco Franco podrían ser trasladados del Valle de los Caídos. En plena polémica por la revisión que desde algunos sectores de historiadores se ha hecho del franquismo y de sus protagonistas, describiendo al hombre que dirigió con mano de hierro el Estado español durante cuatro décadas como una persona autoritaria, pero no totalitaria, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, sugirió ayer la posibilidad de buscar una nueva ubicación a la tumba de Franco, que en la actualidad se encuentra en el interior del monumento que centenares de presos levantaron durante años y que es un lugar de peregrinación para los nostálgicos del régimen.
El dirigente del PSOE aseguró que si la comisión de expertos que estudia el futuro del Valle de los Caídos propusiera retirar los restos de Franco, el Gobierno español podría hacerlo, e informó de que, al respecto, ha habido ya contactos extraoficiales con su familia. El ministro de la Presidencia, que se refirió sobre este asunto en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, destacó que "probablemente es incompatible desde la perspectiva de los expertos en el futuro del Valle y del uso sacro de la Basílica" que el dictador esté enterrado allí. "Si esa recomendación se hiciera, tendríamos que negociar que los restos de Franco se depositaran en el panteón del cementerio de El Pardo, que es donde está su viuda", añadió. No obstante, Jáuregui puntualizó que si los familiares de Franco se negaran a ese traslado el Ejecutivo español tendría capacidad para tomar la decisión por sí mismo, aunque consideró preferible que se hiciera en consenso con su familia.
Preguntado por la posibilidad de que haya habido ya contactos entre el Gabinete de Zapatero y los familiares de Franco ante un hipotético traslado de sus restos, el ministro los confirmó, aunque precisó que han sido extraoficiales. A la espera de la decisión que adopte la comisión de expertos, Jáuregui indicó que, si se propusiera el traslado, a él le "encantaría" que se hiciera efectivo antes del fin de la presente legislatura. En ese contexto, destacó que "ya es hora" de que "un icono de la represión del nacional-catolicismo se convierta en un lugar para todos, de memoria reconciliada", por lo que se mostró contrario a volar el monumento, tirar la cruz o expulsar a los monjes benedictinos que todavía ofician misas en recuerdo del dirigente fascista.
oposición de su hija Carmen Franco, única hija del dictador español, se mostró contraria a que los restos de su padre sean retirados del Valle de los Caídos y aseguró que el Gobierno español no se ha puesto en contacto con la familia para abordar la posibilidad de que sea trasladado. "Me parece mal. La opinión de la familia es que se quede allí, que es una basílica", explicó la hija del dictador después de que Jáuregui, desvelara los planes del Ejecutivo socialista para trasladar los restos de Franco.
El presidente del Congreso, José Bono, por su parte, quiso dejar claro que a los muertos hay que darles "el tratamiento que la historia aconseja" y que el momento de luchar contra Franco, un dictador "autoritario y totalitario", acabó en 1975, cuando murió. "Que hagan lo que crean procedente", se limitó a responder, tras asegurar que "tuvo el honor" de combatir por la libertad y contra el dictador cuando este estaba vivo.
"Para ajustarle las cuentas a la historia cualquier momento es bueno, así como para ajustárselas al Diccionario (Biográfico Español)", agregó en este sentido el presidente de la Cámara baja refiriéndose a la obra publicada por la Real Academia de la Historia. A su juicio, que a estas alturas alguien "por muy catedrático que sea" diga que el franquismo no fue una dictadura o que Franco no actuó con un comportamiento totalitario es para pensar "dónde ha estudiado esas cosas o dónde le dieron la cátedra".
Precisamente, familiares de víctimas del franquismo, asociaciones de Memoria Histórica y otros ciudadanos han suscrito un escrito de protesta contra el Diccionario Biográfico Español que se presentará mañana en el Ministerio de Educación, en el que piden que no se concedan ayudas públicas a la Academia de la Historia. La Asociación de Descendientes del Exilio tiene previsto entregar este escrito, que han suscrito más de 1.320 personas y asociaciones, en el que aseguran sentirse "indignados y ultrajados por las interpretaciones históricas" que se realizan en el diccionario elaborado por la RAH. Un trabajo que ha suscitado gran polémica por algunas de las biografías que incluye, como la de Franco, escrita por Luis Suárez, quien afirma que "montó un régimen autoritario pero no totalitario".

TELA MARINERA Carrozas y carretas
Luis del Olmo

Como si la convivencia española no tuviese suficientes provocaciones, con los cinco millones de parados, los etarras en las instituciones democráticas vascas y los “indignados” llevando sus acampadas de plaza en plaza y de zoco en zoco, ahora plantea el Gobierno retirar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. En contra de lo que se dice en el polémico “Diccionario Biográfico” de la Academia de la Historia, Franco fue un dictador sanguinario, un genocida, un tirano, un déspota, un mal bicho, pero es llamativo que muchos de los que ahora lo maldicen hayan crecido y se hayan encumbrado bajo la bota cuartelera del “general bajito”, y hayan tragado cobardemente sus maniobras. También en el otro lado, en el bando opuesto al franquismo, en el de las dolorosas fosas comunes, hubo corruptos y asesinos, y si se quiere decir la verdad no se debe hacer a retales o a pedazos, sino asumiendo… toda le verdad. Que a Franco lo dejen bajo la losa monumental de Cuelgamuros o que lo lleven al cementerio familiar de El Pardo es un asunto discutible, y habría que contar con su familia para tomar una decisión. Quizá exhumar sus restos y llevarlos a un lugar menos solemne pueda ser un acierto, pero no es una urgencia ni una prioridad. En el Evangelio se lee “dejad que los muertos entierren a sus muertos”, y no parece asunto principal una polémica de huesos, o una desavenencia de calaveras derrotadas.

Por lo demás, en la España de ahora mismo, en la España en carne viva, el presidente del Congreso, José Bono, y el del Senado, Javier Rojo, han planteado a las mesas de ambas Cámaras sus propuestas para suprimir los privilegios de que disfrutan los parlamentarios en pensiones de jubilación, en compatibilidad del escaño con actividades profesionales, y en la opacidad en la declaración de su patrimonio. Si la semana pasada se planteaba reducir escandalosamente los días laborables para sus señorías (sesiones solamente lunes, martes y la mitad del miércoles), ahora la mala conciencia les lleva a montar una apariencia de austeridad, que no es más que eso: puro teatro desde el escenario de unas instituciones que son básicas en el sistema democrático, pero de las que la sociedad se aleja cada día más y con mayor cabreo.

Que Franco descanse en paz, como todos los muertos ejemplares o indignos; que sus familiares gobiernen sus restos y tutelen su nada ejemplar memoria; y que a los españoles de hoy nos permitan decirles a diputados y senadores que se dejen de cuentos y monsergas y que, de verdad, representen a un pueblo que no viaja en carroza triunfal ni en una caravana rencorosa,  sino en una carreta arrastrada por la incertidumbre.

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