Las FSE empiezan la identificación a pie de calle de gente que pudiera haber participado en los actos del 11J.
Agentes de la Policía Nacional y Municipal han iniciado la identificación de los responsables de los «actos violentos» que se vivieron tras el pleno de constitución del Ayuntamiento, según explica la subdelegada del Gobierno en Zamora, Pilar de la Higuera. La localización de los autores que protagonizaron los altercados forma parte de la investigación abierta tras el acto de toma de posesión para determinar posibles indicios de delito. En todo caso, la representante del Ejecutivo destaca «la actuación ejemplar de la Policía Nacional y Municipal, que se limitó a proteger sin recurrir en ningún momento a la violencia».
La reacción por parte de la Subdelegación del Gobierno ha sido inmediata y responde a las exigencias del Partido Popular de Zamora de «identificar a los autores de las amenazas e insultos a cargos públicos para que se les aplique la ley con contundencia», plantea el presidente de los populares, Fernando Martínez Maíllo. El político se llevó la reacción más severa por parte de los indignados hasta el punto de tener que ser escoltado «hasta veinte metros de mi propia casa», recuerda, «abochornado» por el desarrollo de unos hechos «nunca vistos antes en Zamora».
Ante al ofrecimiento de la Delegación del Gobierno de personal de protección, el presidente de los populares es tajante al respecto: «Yo me niego a tener que llevar escolta por estos energúmenos», lamenta sin perder de vista que «las ideas son libres y se pueden ejerce con libertad pero no infringiendo la ley porque si se les deja hacer, al final ellos acabarán por creer que son la ley», sopesa.
El episodio vivido por Maíllo el pasado sábado todavía le tiene profundamente decepcionado. Reconoce que «sentimos miedo pero, sobre todo, bochorno y vergüenza por lo que estaba ocurriendo». El presidente del PP, también concejal en el Ayuntamiento de Zamora, recuerda que «gracias a la Policía Local e incluso a los propios ciudadanos no ocurrió una desgracia», plantea tras narrar cómo «más de veinte personas me siguieron, amenazaron e insultaron». Calificativos como «chorizo» o «ladrón» se sumaron a sentencias más subidas de tono como «hijo de puta, te voy a hacer una foto mientras te apalean», reproduce Maíllo.
Con el mismo sinsabor por el episodio del pasado sábado se encuentra la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, la más buscada junto a Maíllo por parte de los indignados. «Fue bochornoso y una agresión no solo a los políticos sino a los ciudadanos de Zamora que hacen una vida convencional y trabajan a diario. Nadie merecía ese clima de violencia precisamente el día en el que se estaba constituyendo lo que los ciudadanos habían elegido», razona Valdeón. La alcaldesa se muestra sin paños calientes a la hora de criticar la actitud de los manifestantes: «Fue una muestra de fascismo absoluto, de antidemocracia e incluso una forma de terrorismo», plantea, tajante, tras añadir que «es el momento de que alguien tome medidas». La alcaldesa, que fue llevada prácticamente en volandas por la Policía hasta su coche ante la «avalancha» de indignados, valora que «no llegaron a tocarme porque la Policía estuvo a la altura». Además, se muestra sorprendida porque «no todos los concejales fuimos iguales: unos fuimos abucheados y agredidos mientras otros departían con los violentos».
Ante esta situación, el PP denuncia que estos «lamentables» hechos son consecuencia de «la actitud que mantiene el Gobierno con quienes han incumplido de manera reiterada la Ley». Unas declaraciones que la subdelegada del Gobierno, Pilar de la Higuera, considera «una utilización política desleal e inapropiada». A su juicio, los altercados «han sido un atentado contra la democracia que requiere una respuesta unida de todos los demócratas». Tras el pleno de constitución, la representante del Gobierno asegura que comunicó vía telefónica a Maíllo y a Valdeón, la apertura de una investigación para identificar a los responsables de los altercados.
Por otro lado, desde el PP instan a los partidos políticos a que condenen «con la misma firmeza que nosotros» los hechos acontecidos el pasado sábado tras la constitución del Ayuntamiento. Una reacción que, de momento, los representantes de Izquierda Unida no están dispuestos a seguir. El coordinador del grupo, Santiago Fernández Vecilla, manifestó en las últimas horas que «el cabreo del 15 M es lógico ante las políticas municipales que se llevan a cabo». Según su óptica, «el movimiento sigue siendo, fundamentalmente, pacífico», plantea.
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